Existe un ejercicio que puede darte una muestra de los resultados que logra en la persona la práctica del Mindfulness.
Lo llamaremos STOP
Durante el día, date un momento de vez en cuando para detenerte y respirar, observa lo que ocurre a tu alrededor, en tu cuerpo, lo que sientes, en tu mente y sus pensamientos, en tu corazón y tus emociones.
Nota lo siguiente: hacer esto consciente, te permite salir del ciclo de la inconsciencia trayéndote al presente y ayudando a relajarte, pues permites que tu cuerpo, tu mente y tu corazón se escuchen mutuamente.
Fíjate, quizá vas a descubrirte con tus hombros levantados, o con tu mandíbula apretada o el cuerpo tenso; puede ser que sientas hambre o necesites descanso, o probablemente tengas suficiente con recordar la necesidad de regresar al presente.
Puedes hacer tu STOP cuando te sientas tenso, alterado o estresado.
Una práctica interesante es que uses las alarmas de tu celular para que te recuerde hacer el ejercicio, no importa de qué manera te acuerdes de hacerlo sino que lo hagas, sólo te lleva dos minutos:
Usemos el acrónimo de la palabra STOP haciendo lo que la palabra nos recuerda:
S= Stop, me detengo
T=Take a breath, tomo aire, respiro...
O=Observe, observo a mi alrededor, cuerpo, pensamientos, emociones...
P=Proceed, continúo con lo que estaba, pero desde la conciencia.
Con este ejercicio te conviertes en el administrador activo de tu propia salud, desarrollando la capacidad de experimentar cada momento, independientemente de las dificultades que se presenten, de una forma de lo más tranquila y equilibrada.
Si después de hacer este ejercicio, te haces el hábito de escribir tus percepciones, al revisarlas sacarás gran provecho y habrás comenzado a practicar Mindfulness.
¿Lo intentas? Suerte, verás que experiencia tan enriquecedora.