lunes, 7 de octubre de 2013

El estrés como una cadena, tiene sus eslabones


Hans Selye ha establecido diferentes fases que explican la reacción del organismo ante las situaciones que desencadenan la respuesta del estrés, es un proceso de adaptación por parte del organismo que se compone de tres fases:
alarma, adaptación y agotamiento.

1. Fase de alarma: ante la percepción de un peligro potencial se forma un proceso de alarma durante la cual el cuerpo responde aún inconscientemente, preparándose para manejar el riesgo o entrentarnos a él con toda la energía disponible en un mínimo de tiempo.
Para esto usa todas sus posibilidades retirándolas de todas las otras tareas con lo que desciende el nivel de resistencia. Es en esta fase donde se activa el eje formado por la hipófisis y las glándulas suprarrenales; se movilizan las defensas del organismo; aumenta la frecuencia cardíaca; se contrae el bazo liberándose gran cantidad de glóbulos rojos; se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel (aparece la palidez) y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y corazón, que son las zonas protagonistas de la acción; aumenta la capacidad respiratoria; se produce una dilatación de las pupilas; aumenta el índice de coagulación de la sangre y el número de linfocitos (células de defensa).

2. Fase de resistencia o adaptación: en ella el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar lo que percibe como una amenaza, para lo cual los niveles de corticoesteroides se normalizan y desaparece la sintomatología de la etapa anterior. Si en esta fase se afronta adecuadamente el factor estresante, el estrés desaparece y nos deja fortalecidos, pero si se pasa a la tercera o se mantiene ésta demasiado tiempo, habrá que pagar un precio elevado: va a tener consecuencias negativas tanto en el cuerpo como en el cerebro.
Cuando la fase de alarma se repite o se mantiene en el tiempo, el cuerpo reacciona adaptándose al esfuerzo requerido, ya sea el miedo a la altura o vivir en un piso con vecinos ruidosos, aunque pagando un precio derivado de haber roto su equilibrio homeostático. Imaginemos lo que ocurriría en un auto que transportara siempre un peso extra: seguirá funcionando, se adapta, sus sistemas se acomodan al nuevo esfuerzo, pero también al motor al ir más revolucionado se desgasta más, las ruedas sufren y disminuye su potencia, probablemente durará menos también.
En el caso del ser humano hasta la percepción global de la vida cambia. Y esto puede llegar a suceder tan lentamente que casi no nos damos cuenta, hasta a veces lo consideramos normal, pues no somos conscientes del esfuerzo que hace nuestro organismo. Quizá somos conscientes de algunos efectos: dolores de cabeza ocasionales que tienden a repetirse con mayor frecuencia, fatiga crónica que no parece desaparecer con el reposo, algunos problemas circulatorios o pesadez en las piernas, contracturas musculares en cuello o espalda que no remiten descansando, pérdida ocasional de memoria que llamamos "despistes", problemas digestivos, dificultad para dormir, excesos en la comida, bebida o tabaco, falta de concentración, pesimosmo o sensación de fracaso.

3. Fase de agotamiento: ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga duración y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes. Llega un momento en que el cuerpo no puede continuar el esfuerzo: tras la resistencia continua, las energías se acaban el equilibrio interno amenazado por largo tiempo se rompe, el sistema inmunológico se ve afectado, la capacidad de resistir a los agentes patógenos de cualquier tipo disminuye y la enfermedad aparece. Si el desgaste ha sido grande incluso la vida corre peligro, en caso contrario el cuerpo tras un descanso suficiente aún recupera parcialmente aunque con secuelas derivadas del colapso sufrido: hipertensión, úlceras, infartos, cáncer e infecciones tienen la puerta abierta en un organismo debilitado.

Finalmente, el gráfico que nos muestra las "fases del estrés" establecidas por Hans Selye.

Hasta el siguiente apartado.

Don Emilio Garza

4 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo publicado,y muy bien explicado,Felicitaciones.

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    1. Gracias por tu participación Cris. Espero sea de utilidad el artículo y agradezco lo compartas a quien creas que le pueda servir. Saludos.

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  2. Buen contenido.
    Excelente gráfica, muy clara.

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Don Emilio Garza R