miércoles, 28 de agosto de 2013

La maleta evolutiva de nuestra especie humana.

Hoy inicio un nuevo tema que tiene que ver con la maleta evolutiva de nuestra especie humana, es decir, cómo hemos ido migrando desde nuestro origen en cuanto a nuestras capacidades cerebrales.
Esto es importante para entender cómo funciona nuestro cerebro y nuestro accionar como seres humanos.
Consideremos que en la medida en que la evolución promovía la aparición de formas de vida más complejas, la supervivencia de las especies a su vez desarrolló estructuras para obtener información cada vez más precisa del entorno en que vivían. 
Siempre eficaz, la naturaleza se encargó de ir agrupando cada nuevo órgano sensorial en el mismo extremo que el ojo original y el creciente cerebro fue desarrollando centros especializados para poder relacionarse con una cantidad mayor de datos disponibles.

Consideremos que la naturaleza, no desecha nada, así que conservamos estructuras que no se han modificado en millones de años, de esta manera la evolución simplemente ha mejorado su funcionamiento y aumentado sus posibilidades. 
En las conductas de los seres humanos, hoy día podemos ver comportamientos vinculados a diferentes estratos evolutivos del cerebro y en él, podemos diferenciar tres partes correspondientes a tres momentos evolutivos diferentes que como especie hemos atravesado.
Cuando todas estas partes funcionan en armonía, esto es, que si el cerebro se encuentra integrado en todos sus niveles, se optimiza y potencia su funcionamiento, mejora la salud, se expande la conciencia y aumenta nuestra capacidad de adaptación y de aprendizaje.

El cerebro humano refleja los diferentes estados de la evolución, desde el océano primordial del planeta primigenio, pasando por la adaptación a la vida terrestre de los anfibios, hasta llegar a la lucha de los primeros mamíferos por encontrar un escondite seguro en un mundo lleno de seres mucho más grandes y feroces que ellos.
En torno a la última glaciación, el cerebro aumentó su tamaño para permitir que nuestros ancestros primates (los monos), abandonaran el refugio que les brindaba el abrigo de la jungla y afrontaran el duro reto del mundo cazador de las sabanas.

De esta manera el cerebro primitivo fue creciendo para captar mayor información del mundo físico. Cada uno de los nuevos órganos sensoriales que se fueron desarrollando en el extremo cefálico del tuvo, dotó al animal de una nueva dimensión de respuesta y de un nivel superior de consciencia, mientras quedaban relativamente obsoletos los niveles precedentes. 
Al mismo tiempo, cada nueva estructura superior asumía el papel de "controlador de la central" regulando el funcionamiento de las estructuras inferiores, básicas para la supervivencia.
En este largo proceso evolutivo no se perdió ninguna de las estructuras o funciones mentales asociadas intermedias, pues cada uno de los distintos estratos del cerebro muy parecido al que poseen un reptil, un tigre o un simio, permaneció integrado en el cerebro humano y hoy día, nos mantiene aún ligados a nuestros ancestros.
Cada nuevo paso hacia delante en el desarrollo de la consciencia y en la complejidad del cerebro la naturaleza tuvo que resolver una situación importantísima: ¿cómo podía un cerebro cuyo tamaño va aumentando alojarse dentro de un cráneo de un tamaño relativamente pequeño?
La solución, consistió en plegar el conducto, de modo que cada nueva estructura fuera estratificándose sobre la anterior. 
Esta configuración general todavía persiste en nuestro cerebro, cuyo estrato más profundo, "la médula espinal" y el "tálamo cerebral", está recubierto por el estrato intermedio: el sistema límbico, que a su vez tiene sobre èl la capa más nueva y externa, el cortex cerebral.

¡Dios! que de terminología que seguramente hemos escuchado y nos suena media compleja, pero tengamos paciencia, que hablaremos en palabras llanas de cada uno de estos términos para entender mejor cómo funcionamos desde el punto de vista cerebral.

Por hoy aquí termino mi escrito y te pido que si crees que éste material puede servirte, inscríbete al blog y recomiéndalo por favor. De esta forma facilitamos el acceso al conocimiento a un mayor número de personas.
Desde ya, gracias por tu colaboración.

Don Emilio Garza

lunes, 26 de agosto de 2013

Conectarnos con nuestra mirada sabia


Una de las pocas cosas que son claras en este mundo, es que viviremos con nosotros mismos hasta el momento de nuestra muerte.
Esta es una de las razones con mayor peso por las que es importante aprender a desarrollar una relación sabia hacia nosotros, esto implica una relación sabia con nuestro cuerpo, con nuestra mente, con nuestra actividad y en nuestras relaciones. 
Si te das cuenta, ahí se encuentran los posibles obstáculos en el camino de nuestra felicidad. Cuando no logramos esta forma sabia de relación, nos encontraremos atrapados en un sistema que se retroalimenta y nos deja un sabor total a insatisfacción.

La relación sabia con nuestro cuerpo establece prestarle atención, escuchar sus mensajes y atender a sus necesidades. Descubrir los sentidos más allá de su mera funcionalidad, como el puente de conexión hacia fuera y el corazón como el camino de nuestra conexión hacia dentro, con nosotros mismos.
Es pasar de usar el cuerpo a habitarlo con consciencia, esto es, atender a sus necesidades reales y cuidarlo mediante la alimentación adecuada, los hábitos saludables o el ejercicio, entre otras cosas.

Buscaré detallar con mayor precisión.

Una relación sabia con nuestros pensamientos requiere de pasar por la comprensión benevolente del funcionamiento de nuestra mente, esa aliada maravillosa o esa "loca de la casa". Requiere además de ser conscientes del poder creador de las creencias.
Es el reto de trabajar por construirnos una mente feliz, por desenredarnos de "las historias y novelas" que nos contamos y que nos condicionan, por el empeño de establecer nuestro hogar en el presente y dejar de columpiarnos lastimosa y dolorosamente entre el pasado y el futuro. 
La relación sabia requiere también desenmascarar los filtros mentales de nuestras percepciones, que nos convierten en los únicos seres vivos tantas veces desconectados de la experiencia directa de la vida.

La relación sabia también hay necesidad de desarrollarla con nuestros sentimientos y emociones, siendo conscientes plenamente de lo que sentimos sin caer en el secuestro emocional que nos arrastra y toma el mando en determinadas situaciones logrando que "perdamos los papeles". Esto implica hacernos amigos de nuestras emociones expansivas y contractivas y aprendamos a ver cómo se expresan en nuestro cuerpo, pues en realidad, las emociones son realmente eso: "el reflejo corporal de nuestra mente".
Es necesario aprender a introducir la pausa necesaria que nos permite responder conscientemente en vez de reaccionar desde el automatismo, que nos amplía el horizonte a mil posibilidades diferentes y no nos mantiene limitados al programa genético de "lucha o huye".

Otra faceta de nuestra vida que reclama nuestra sabiduría es la acción: indiscutiblemente "somos seres de acción" y esta es a veces compulsiva, más aún en nuestra sociedad y su ritmo frenético.
Necesitamos recuperar el polo de la no-acción y encontrar el equilibrio entre "hacer y contemplar". Inclusive, que podamos hacerlo simultáneamente integrándolos en la entrega, desde la consciencia y la atención, a cualquier actividad fluyendo en ella. Reservar un espacio habitual en nuestro quehacer diario al no hacer, el silencio o a la meditación enriquecerá y dará profundidad a nuestra acción.

Finalmente, como seres sociales que somos, las relaciones constituyen otra de nuestras mayores riquezas. Sería muy sano plantearnos algunas preguntas importantes. ¿Es amor lo que surge desde el sentimiento de carencia o de incompletitud? ¿Busco en otros lo que creo que yo no tengo, según el extendido mito de la media naranja, el príncipe azul o la mujer de mis sueños? Quizá las relaciones son el mejor espejo en que podemos mirarnos, si hacemos consciente que el otro (mi interlocutor) solo me devuelve mi propia sombra, ofreciéndome con ello una oportunidad maravillosa de conocerme y crecer. 
Se hace preciso que desarrollemos el arte de hablar y escuchar con atención, que nos permita descubrir el mensaje verdadero debajo de la narración aparente en nuestra interacción con los demás. Una mirada sabia nos descubrirá la realidad de interconexión y destapará la mentira de que somos separados de los otros.

Una mirada sabia nos situará necesaria e invariablemente en el ahora, porque ese es el único tiempo en el que se desarrolla la vida. Y usará funcionalmente nuestro pasado y nuestro futuro en la medida en que aporten riqueza a nuestra experiencia pero sin permitir que estos "tiempos" se conciertan en nuestros carceleros y verdugos.

Para terminar este tema, te comparto este esquema.

Lo que tú opines sobre el tema que estoy concluyendo me merece todo mi respeto, finalmente es lo que has aprendido.
Sin embargo, me gustaría sembrar la siguiente semilla:

¡"podría ser un buen momento, el momento actual, cuando podrías decidir conscientemente desde dónde quieres vivir, qué experiencia vital quieres para ti"!

Termino mi escrito por hoy y espero te sea de utilidad.

Don Emilio Garza




jueves, 22 de agosto de 2013

Un esbozo de lo que es "felicidad"

Mihaly Csikszentmihalyi, quien se desempeña como catedrático de la Universidad de Stanford en el ramo de las neurociencias, expone su Teoría del Flujo en donde la interacción que hacen la Psicología, la Filosofía y el Humanismo se unen para responder a la pregunta fundamental acerca de qué es la felicidad.
Csikszentmihalyi sustenta que hay ciertas experiencias que todos hemos tenido alguna vez, en las que hemos experimentado un "estado de flujo": la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. Todo el ser está envuelto en esta actividad y la persona usa sus destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo.
¿Cuándo es que la persona fluye?
Esto sucede cuando la persona se encuentra completamente absorta en esa actividad durante la cual, pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción.
Es precisamente en ese momento, cuando saboreamos el secreto de la felicidad.

Definamos el estado de flujo: es la capacidad de concentrar la energía psíquica y la atención y planes y objetivos de nuestra elección, y que se siente que vale la pena realizar porque se ha decidido este tipo de vida y se disfruta cada momento en lo que se hace. Es estar completamente involucrado en una actividad por ella misma: el ego desaparece el tiempo vuela, cada acción, movimiento y pensamiento se sucede inevitablemente del anterior como al tocar jazz, jugar tenis, andar en moto, andar en bicicleta, etc. Todo tu ser se involucra y usas todas sus habilidades al máximo.

Ocurre lo siguiente:
Sólo después, cuando miramos atrás y consideramos lo que sucedió, nos vemos inundados de gratitud por la plenitud de esa experiencia; es entonces cuando podemos afirmar que somos retrospectivamente felices. 
El secreto es que este estado no sea algo puntual en nuestra vida, una ocasión especial y rara. Si miramos cómo se distribuye nuestro tiempo, nos encontramos que aproximadamente un tercio del tiempo que estamos despiertos lo dedicamos a acciones como vestirnos, desplazarnos o comer, actividades necesarias pero que solemos hacer sin poner en ellas atención. 
Otra porción más o menos igual lo dedicamos a actividades productivas, como trabajar o estudiar. Y el último tercio lo dedicamos por lo general al disfrute del ocio y a nuestras relaciones.

La propuesta es entregarnos a todo ello de forma consciente, de manera que podamos "fluir" y experimentar así toda la intensidad de nuestra vida. El camino es la atención y la puerta es el presente. 
En este caso la atención concentrada en aquello que estamos haciendo aquí y ahora, sea lo que sea.
Cuando desarrollamos nuestra capacidad de concentración, aumenta nuestra firmeza y nuestra atención se vocaliza. Logramos descubrir que podemos estar más presentes con todo nuestro ser. A través de la concentración se abren la visión, la intuición y la creatividad y podemos experimentar ese "estado de flujo" en el que nos sentimos plenos, transportados y renovados en la acción. Los deportistas de élite le llaman a esto "estar en la zona" y para conseguirlo se requiere entrenar la concentración; de ella dependen en gran manera los resultados conseguidos en la competición.

Por hoy termino mi escrito y espero te sea de utilidad leerlo.

Don Emilio Garza

miércoles, 21 de agosto de 2013

Más acerca de dolor y sufrimiento, ¿responder o reaccionar?


Hay un razonamiento relacionado con el dolor y el sufrimiento que ha sido abordado por Buda (Siddharta Gautama  fundador del budismo) y consiste en lo que él ha llamado "las dos flechas", en donde la primera flecha es el acontecimiento doloroso en sí mismo que ha ocurrido y no es posible evitar y la segunda flecha, es la que nos disparamos nosotros mismos y es decisión de cada uno dispararla. Al estado inicial, podemos agregar un estado mental contraído, enojado y rígido. Pero indiscutiblemente que podemos aprender a experimentar el mismo acontecimiento con menos identificación y aversión, con un corazón más relajado y compasivo. Esto, de ninguna manera significa que no podamos responder con fuerza si lo consideramos adecuado, pero en todo caso, ésta será una respuesta consciente y no una reacción inconsciente.
 
Observa que si nos entrenamos para permanecer observando las emociones y familiarizándonos con ellas, lograremos descubrir el espacio que queda entre la sensación sentida y nuestra reacción, así cuando vamos ampliando ese espacio, podemos elegir responder en vez de reaccionar.
Para ser más claro, es necesario reaccionar cuando se nos quema el pan tostado del desayuno, pero en otras situaciones como por ejemplo un atorón de tránsito y la agresión del conductor de al lado o cuando somos criticados o traicionados, para nada es necesario aumentar el dolor de la situación añadiendo el dolor que causa una reacción instantánea e inconsciente; ¿te queda claro esto?
 
Aquí abrimos un importante tema, al caer en cuenta de la diferencia que existe entre reaccionar y responder. Cuando reaccionamos, estamos iniciando una acción automática basada en nuestra experiencia previa, muy probablemente que en nuestros prejuicios, de manera inconsciente. La respuesta es aquella que sale del momento presente, sin contaminación del pasado ni del futuro.
Es muy común reaccionar, de hecho si te das cuenta, es lo que hacemos con mayor frecuencia en nuestro día a día. Sin embargo, conectar con tu voz interior y seguirla es menos frecuente, pues requiere mayor atención. La atención es decisiva en el proceso de reaccionar o responder.
 
Apréndete estas igualdades: te servirán por siempre.
 
Atención = Respuesta       Desatención = Reacción
 
Cuando hemos aprendido a diferenciar entre dolor y sufrimiento, podemos descubrir que el dolor es solamente una llamada a la acción. Otras veces simplemente hemos de aceptar nuestras pérdidas y tragedias, pues en cualquier caso, el dolor como viene, se va. Sin embargo el sufrimiento se desarrolla a partir de nuestra reacción ante el dolor original. Valga ésta analogía: la llaga que causa una quemadura que nos produce el rozamiento con una cuerda nos duele de tal manera que necesitamos soltar la cuerda, de otra forma entre más nos apegamos a la cuerda, más sufrimiento experimentamos.
 
Por último, si intentamos poseer y controlar las cosas y personas que nos rodean, sin duda sufriremos. Si luchamos por controlar nuestro cuerpo y nuestro sufrimiento, será el mismo resultado: sufriremos.
Paradójicamente, soltar es a la vez el camino y el objetivo. Nuestra vida es totalmente mejor para nosotros y para los demás cuando logramos soltar las luchas. Esto de ninguna manera significa desentendernos, pues cuando soltamos y vemos que los otros aún sufren, se despierta de manera natural la compasión en nosotros: despertamos la capacidad de conmovernos y comprometernos más allá de nuestras heridas personales.
Nos conectamos más con lo que nos rodea.
 
Por hoy, aquí termino mi escrito. Espero te sea de utilidad.

Don Emilio Garza


martes, 20 de agosto de 2013

Dolor y sufrimiento

 
 
Existe una falsa creencia en muchísimas personas, que "dolor" es lo mismo que "sufrimiento".
 
Cuando pasa algo que no es de nuestro agrado, que no se acomoda a los planes que tenemos, aparece la reacción automática de oponernos a ello de diferentes maneras.
Fíjate, o hacemos lo posible por huir de la situación, o las enfrentamos luchando por cambiarlas. No hay otra alternativa más que cualquiera de estas dos.
 
Evitar la experiencia puede tomar diferentes formas y aunque sea muy disfrazada, al final es huir de la situación, es decir, evitar el malestar que nos produce, mira: podemos negar la realidad, racionalizarla, quitarle importancia o reprimir los sentimientos que nos provoca. Todo esto, es la forma como nuestra resistencia interior a aceptar las cosas tal y como son se expresa.
Estarás de acuerdo en que esto es totalmente natural, pues cualquier ser vivo lleva en su programa de supervivencia evitar lo que le hace daño y acercarse a lo que le favorece. El conflicto aparece cuando, eso que nos desagrada o nos duele es inevitable y no nos queda más remedio que hacerle frente.
En ese caso, negarlo, esconderlo, racionalizarlo o pelearnos con ello, no hace más que agregar una carga suplementaria al dolor inevitable.
Precisamente es a esa carga opcional a lo que llamamos "sufrimiento".
 
Si lo expresamos en forma de ecuación observa lo que queda:
 
 
 

 
La resistencia, cuya finalidad primaria era superar el acontecimiento doloroso, en la práctica acaba convirtiéndose en una carga añadida que obstaculiza la posible solución de la situación desagradable a la que se opone.
Por una parte, porque impide que veamos con claridad, dado que nos quita la calma y la lucidez que son necesarias para encontrar una salida y por otra, porque aunque podamos encontrar una salida, la energía interna necesaria para accederla está siendo utilizada para suavizar los efectos de la confusión emocional y del conflicto interno experimentado y no puede disponerse de ella para llevar a cabo la acción concreta que nos alivie.
 
Y... ¿qué sería lo contrario a la resistencia?
 
La respuesta que esperas es: ACEPTACIÓN.
 
Un reconocido psicoterapeuta especialista en Mindfulness, Christoffer K. Germer, profesor de psicología clínica en la Universidad de Harvard, estableció cinco fases en el proceso de aceptación:
 
Aversión: resistencia, evitación, cavilación. Nos negamos a que las cosas sean como son.
Curiosidad: interesarse por el malestar, por lo que sucede y por cómo reaccionar ante ello.
Tolerancia: aguantar sin ser dañado, somos capaces de soportar el malestar sin sentirnos abrumados o derrumbados por él.
Consentimiento: dejar que los sentimientos vayan y vengan, permitir los altibajos de los estados de ánimo que a veces se opone a lo que sucede y a veces lo acepta.
Reconciliación: hacernos amigos de la situación, ver el potencial que encierra, descubrir en ella nuevas posibilidades.
 
La aceptación significa permitir que las cosas sean como son y esto en ocasiones, conlleva desprenderse y soltar los planes de futuro previstos, o los vínculos afectivos que nos unen a cosas o personas.
 
Para terminar el escrito de hoy te comparto una breve reflexión.
 
EL dolor es un aspecto inevitable de la experiencia humana. Es físico, biológico y social, y forma parte de la trama de nuestra existencia como la noche y el día. Es tan inevitable como lo blando y lo duro, el calor y el frío. Al habitar un cuerpo experimentamos el continuo flujo y reflujo de placer y dolor, ganancia y pérdida. Habitar en nuestra sociedad humana es lo mismo: encontramos elogio y crítica, fama y desprestigio, éxito y fracaso, que surgen y desaparecen sin cesar.
El sufrimiento es distinto del dolor. El sufrimiento es nuestra reacción al dolor inevitable de la vida. Nuestro sufrimiento personal puede incluir ansiedad, depresión, miedo, confusión, tristeza, ira, adicción, aflicción, celos y frustración.
Pero el sufrimiento no es solo personal. Nuestros sufrimientos colectivos incluyen el pesar por las guerras y el racismo, el aislamiento y la tortura de los prisioneros de todo el mundo, el hambre innecesaria, la enfermedad y el abandono de cualquier ser humano.
Este sufrimiento es el que estamos llamados a comprender y transformar.
 
Jack Kornfield
 
Por hoy aquí termino y espero disfrutes del material.
 
Don Emilio Garza
 




lunes, 19 de agosto de 2013

El apego... un gran tirano


 
Comienzo mi escrito de hoy con una cita ad-hoc al tema que trataré:
 
"El mundo está lleno de sufrimientos. La raíz del sufrimiento es el apego. La supresión del sufrimiento es la eliminación del apego".
Buda
 
 
A ver qué tanto sentido te hace esto...
 
Vives con la insistencia de tu mente diciéndote: no puedes ser feliz si no tienes esto o aquello, tal o cual cosa, o si tal persona no está contigo; no puedes ser feliz si esa persona no te ama; no puedes ser feliz si no tienes un trabajo seguro; no puedes ser feliz si no tienes un cuerpo a la moda; no puedes ser feliz si los otros actúan así...
 
¿Qué es lo que sucede? Sucede que tu mente está programada para que constantemente esté demostrándote de manera constante que no puedes ser feliz "sin todo eso". Justo, es ese programa el que ejecuta en tu vida la tiranía del apego.
Pero... ¿qué es el apego? No es otra cosa que la vinculación compulsiva a una persona o cosa determinada, o a una situación, que es originada por la CREENCIA de que sin "eso" no puedes ser feliz.
Todas esas cosas a las que nos apegamos y sin las que creemos que no podemos ser felices, son simplemente el motivo del sufrimiento y fruto del engaño de creer que la felicidad depende de causas externas a nosotros.
 
Observa con atención: si no consigues el objeto de tu apego, te sientes infeliz y si lo consigues, sólo experimentas un instante de placer antes de que aparezca la preocupación y el temor a perderlo.
Esto sucede por el choque frontal del apego con una evidencia irrefutable: todo pasa, todo cambia, nada es permanente.
Esta es una de las leyes que presiden nuestra existencia, la de la impermanencia: "esto, sea lo que sea, también pasará". Y de esta forma el deseo nos mantiene atrapados en el circulo vicioso de la ansiedad por conseguir y el temor a perder: ambos -deseo y apego- son el verdadero impedimento para ser felices.
 
¿Qué hacer entonces?
Date cuenta de que el cambio se produce cuando comprendemos cuál es el camino: indiscutiblemente "DESPROGRAMARNOS", soltar las ataduras.
Esta es la única manera en que podemos ver que la felicidad que creemos es consecuencia de tantas cosas externas, realmente no tiene NADA que ver con ellas.
La felicidad, "es un estado interno que se abre en nosotros cuando experimentamos un lugar profundo de calma y quietud, cuando saboreamos quiénes somos de verdad, cuando somos capaces de romper los muros de nuestra prisión hecha a base de creencias, miedos e ilusión".
 
Así pues, cuando logramos sustituir el sentimiento de carencia que nos lleva a aferrarnos a lo que creemos que no tenemos y descubrimos la abundancia que hace innecesario todo lo demás, accedemos a todo lo demás.
 
Hasta aquí dejo mi escrito por hoy, confiando en que al leerlo te dejará algo productivo en qué pensar.
 
Aprovecho para invitarte a que externes tus puntos de vista, pues me parece que sería muy enriquecedor conocer diferentes opiniones acerca del material compartido en este blog.
 
Don Emilio Garza


domingo, 18 de agosto de 2013

El deseo es fuerte


El tema que hoy desarrollo tiene que ver con la fuerza que tiene el deseo, basta con reconocer que "el mundo se mueve por el deseo".
Observa esto, no habríamos nacido de no ser por el deseo sexual y sin el deseo, moriríamos. Piensa que existe el deseo de amar, de estar conectados, de comprender, de crecer. De hecho, cuando la persona pierde el deseo de vivir, hay casos donde se tira de un puente o se toma un frasco de pastillas intoxicantes completo. Básicamamente "necesitamos desear". Pero por otra parte, el deseo puede convertirse en una prisión que condicione nuestra vida si no lo manejamos con sabiduría.
De ninguna manera se trata de deshacernos del deseo, sino de aprender a diferenciar el deseo saludable de aquel que nos causa dolor.
Para lograr esto, necesitamos sentir cómo funciona en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
 
Mira, cuando el deseo nos atrapa, logra condicionar y dirigir nuestra vida, casi al nivel de tiranizarse, gobernando y usurpando nuestra libertad, puede ser una verdadera adicción, de tal forma que no importe cuánto hagamos por colmar ese deseo y aún así la satisfacción sea imposible.
 
Atiende a esto: para lograr liberarnos y equilibrar nuestros deseos, requiere de investigar y estar dispuestos a trabajar con ellos buscando la mejor forma para cada uno, si tendemos a excedernos fácilmente en un deseo tras otro, nuestra atención habrá que orientarla a entrenarnos en soltar; pero si descubrimos que tenemos miedo desear, que fuimos condicionados para ignorar o suprimir nuestros deseos, el camino será atender cuidadosamente a nuestras necesidades.
 
Por otra parte, un sueño o una meta poderosa, son también una forma de deseo, por ejemplo la meta de estudiar una profesión, escribir un libro o ganar una competencia. Si los asumimos de manera saludable desde la dedicación y el compromiso, este tipo de deseos nos conducen a superarnos. Entonces, que nos lleven a la satisfacción saludable o a la infelicidad dañina, depende de la forma en que nos relacionemos con ellos.
Ojo: la clave pasa por ir más allá de los extremos de sentirnos entumidos por no sentir deseo o en caso contrario, por perdernos indiscriminadamente en ellos.
 
Observa esto: las investigaciones han demostrado a que lo simple y la felicidad caminan paralelamente. Realmente ya tenemos todo aquello que deseamos. Al darnos cuenta de esto, comprendemos la vida desde un sentido genuino de abundancia: "una abundancia interna que nos transmita un sentimiento de merecimiento, valía y tranquilidad, de tener algo qué ofrecer al mundo y disfrutar de hacerlo". Sin esta consciencia podemos estar rodeados de abundancia y sentirnos en la miseria más absoluta.
 
Con la práctica de la atención plena podemos ser testigos de este surgir y desvanecerse de nuestros deseos.
Aceptamos amablemente las sensaciones corporales, los estados emocionales y las historias  de nuestros deseos sin juzgarlas.
 
Cuando prestamos atención al deseo, su energía se intensifica e intenta arrastrarnos; si no nos apuramos a satisfacerlo simplemente estando presentes, la incomodidad comienza a desaparecer, la urgencia comienza a desvanecerse.
 
Después de esto, sucede una sensación de alivio, de paz en la mente y el cuerpo, además de sencillamente descubrimos que nuestro estado natural es estar completos y más allá del deseo.
 
Reflexiona sobre lo anterior, verás cómo acomodarás ideas.
 
Por hoy termino, seguiré escribiendo.
 
Don Emilio Garza

viernes, 16 de agosto de 2013

La identificación y la desidentificación

La identificación es un estado de inconsciencia que se da cuando no hay distancia entre lo observado y quien observa.
Fíjate en esto, es sencillo comprender que si podemos observar algo, es que nosotros No somos "eso": el ojo no puede verse a sí mismo.

Ahora bien, ¿cuál es la identificación más usual?
Sin duda alguna, la identificación con el propio ego; esto significa que cada uno somos el personaje que a lo largo de nuestra vida, de manera funcional y circunstancial, hemos ido desarrollando, es decir, la imagen que nos hemos formado de nosotros mismos y la que queremos que los demás tengan.
Esta imagen o "personaje", es uno de los grandes objetos de apego, pues durante mucho tiempo hemos asentado sobre ella nuestra seguridad. Soltar esta identificación, admitir que tan sólo es mi personaje, pero que esencialmente "no soy él", es un reto y a la vez la fuente de nuestra mayor liberación. El punto de partida es hacernos la que quizá es la gran pregunta de nuestra existencia: ¿Quién Soy?

El camino de la desidentificación permite que esas capas externas que creíamos ser vayan desprendiendo, de forma que podamos vislumbrar nuestra verdadera naturaleza, nuestro núcleo más profundo.
Esto se trata de experimentar la ruptura de la falsa identidad que confunde lo que soy con lo que experimento: tenemos "la experiencia" pero no somos esa experiencia, sino "quien la vive". 
Soy algo diferente de ella y por tanto, puedo observarla sin que me atrape, sin que me condicione, sin que posea el poder sobre mí. Puedo ejercitarme en atestiguarla desde la conciencia que observa sin identificarse.

Te comparto esta cita que me parece que es adecuada al punto que hoy estoy tratando.

Una vez que te des cuenta de que lo que aparece delante de ti, sea lo que sea, no puede ser tú y no puede decir "yo soy", estás libre de todas tus "personas" y de sus exigencias.
Sri Nisargadatta

Nadie ha dicho que la desidentificación es un proceso fácil sino arduo, a veces hasta doloroso y en la mayoría de los casos se produce en forma lenta y gradual, con avances y retrocesos, descobijando cada vez capas más sutiles de identificación a niveles de mayor profundidad. No olvidemos que estamos demasiado apegados a nuestras ataduras como para que nos resulte sencillo dejarlas caer, pero sin duda, "éste es el camino hacia una gran liberación".

Ahora te dejo reflexionar acerca de lo anterior y seguiré escribiendo.

Don Emilio Garza

jueves, 15 de agosto de 2013

Lo que ves, no es lo que tú eres


La conciencia del "yo" o identidad que conocemos, está cimentada sobre las experiencias que hemos vivido y que hemos bautizado como "yo, mí o mío", además de la comparación que evalúa la sensación que creamos del yo como mejor, peor o igual que los otros; de esta manera hemos creado una sensación del "yo" cada vez que nos identificamos con nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras creencias o nuestros roles y la evaluamos en función de la comparación con otros.
 
Pero aquí viene algo importante, pues esto que estamos considerando como "yo" es ficticio y provisional dado que está construido sobre una identificación temporal con alguna parte de nuestra experiencia.
 
Fíjate en esto, si ponemos atención, encontraremos que si dejamos que cada una de estas capas de identidad se vaya abriendo y poco a poco se vaya desprendiendo, estamos en posibilidad de encontrar que estas identificaciones son el origen de nuestro malestar e infelicidad, pues nos identificamos con un "sentimiento limitado del yo".
 
Aquí está lo sustancioso, pues si logramos deshacernos de estas identificaciones falsas, liberamos nuestra vida.
 
Observa que al vivir desde la inconsciencia y la desatención, estamos ligando nuestro sentido de identidad a cada capa protectora que creamos partiendo de miedo, la confusión y o el ataque, olvidándonos quién somos realmente.
 
Hoy decido terminar aquí mi escrito, pues considero que estos pocos párrafos son de un contenido importantísimo para comenzar a entender por qué creemos que somos lo que vemos, cuando en realidad no es así.
Revisa éstas líneas, son sumamente enriquecedoras.
 
Don Emilio Garza

miércoles, 14 de agosto de 2013

Si nos conocemos, facilitamos el acceso a la atención plena.


A ver si estás de acuerdo, en que la mayoría de nosotros sin darnos cuenta, apoyamos nuestra vida en las experiencias pasadas que hemos vivido. Fíjate de qué manera nos sentimos atrapados en pensamientos que vienen y vienen repetidamente y están relacionados con pérdidas significativas y un sentido de insuficiencia de nosotros mismos que se derivan de estas pérdidas.
Nos mantenemos en una lucha y resistencia continuas a estados físicos o emocionales desagradables, evitamos ir a lugares y vivir situaciones que no nos gustan y hacemos cosas que luego nos lastiman, dejando de lado aquellas otras con las que podríamos construir una vida plena y feliz.
Lo anterior nos sucede, debido a que nuestra infancia y las experiencias biográficas que hemos vivido han quedado grabadas en nuestro psicocuerpo, e influyen más de lo que a veces sospechamos de nuestro presente.
Observa que este recuerdo es el que nos impulsa en forma de deseo o también nos detiene cuando evitamos o huimos de determinadas situaciones, respondiendo al impulso de buscar lo que nos parece placentero y evitar lo que creemos que nos daña: ante lo que etiquetamos como amenazante, basándonos en la huella que queda por experiencias similares, se acciona nuestro patrón instintivo de luchar o huir, que nos lleva a reaccionar en vez de responder.
Hemos creado también la necesidad de controlar nuestro entorno, las vivencias internas e incluso las relaciones que tenemos y a los demás, pues esto parece ser una estrategia que puede asegurarnos la felicidad.
Date cuenta que creemos que la felicidad depende de las seguridades que podemos crear a nuestro alrededor, de tal forma que experimentamos una muy fuerte resistencia a soltar algunas de ellas y una profunda frustración cuando vivimos su inevitable pérdida. Todo esto, está relacionado dentro de un proceso de ida y vuelta con nuestras creencias, conformadas en gran parte por las pautas que desde niños hicimos nuestras por ósmosis de la educación que recibimos y también por aquellas que hemos ido incorporando en nuestro desarrollo posterior.
Concluyo este capítulo mencionando que, en realidad, comprender por qué funcionamos así, qué papel juega en nuestra vida la idea de quién somos, la búsqueda por evitar el dolor a cualquier precio, la fuerza del deseo o la tiranía del apego, nos ofrecen valiosísimas pistas acerca de cómo construirnos una vida más feliz.
Te recomiendo volver a leer este capítulo, para que logres tener una completa comprensión de la importancia de conocerte para lograr la atención plena.
Por hoy termino y seguiré escribiendo.
Don Emilio Garza



lunes, 12 de agosto de 2013

Un ejercicio de Mindfulness INVENTARIO DE LA INCONSCIENCIA



Este ejercicio te dará una idea aproximada del grado de inconsciencia o consciencia que ejerces en tu vida cotidiana.
Este ejercicio te ofrece la oportunidad de darte cuenta en qué medida estás funcionando en piloto automático o si realmente disfrutas de tu vida.
Además te darás cuenta del grado en el que estás operando desde el modo "SER" o si te desempeñas en el modo "HACER". 
Con esto podrás instaurar los cambios que veas convenientes y que intuyas pueden hacer que tu vida sea más feliz.

UTILIZA UNA ESCALA ENTRE 1 Y 5 DE LA SIGUIENTE FORMA:

1= Raramente; 2= A veces; 3= A menudo; 4= Muy a menudo; 5= Casi siempre.

  • Rompo o tiro cosas:
  • No sé cómo llegué a un lugar determinado:
  • Siempre voy con prisas, precipitadamente:
  • Hago varias cosas a la vez:
  • Como y no me doy cuenta de lo que estoy comiendo, no lo disfruto:
  • Me enfrasco en mis pensamientos y sentimientos:
  • Sueño despierto:
  • Se me va la mente y me distraigo fácilmente:
  • Pienso en otras cosas mientras hago tareas comunes, como conducir, cocinar o caminar:
  • Me preocupa sobre manera el futuro o el pasado:
Suma tu puntuación y considerando que la puntuación máxima que nos acerca a la inconsciencia es 50, saca tu propia conclusión.

Para dejarte reflexionar acerca de tu resultado, por hoy aquí termino la entrega.

Seguiré escribiendo.

Emilio Garza

jueves, 8 de agosto de 2013

Efectos del Mindfulness en la salud




Hablando de efectos del Mindfulness, es momento de mencionar los que están plenamente comprobados y relacionados con la salud.
  • Aprender a respirar mejor.
  • Aprender a relajar cuerpo y mente.
  • Regular la presión arterial.
  • Influir en el sistema inmunitario: atenuación de la secreción de la hormona cortisol (efecto inmunodepresor) como respuesta al estrés.
  • Mejorar la calidad del sueño.
  • Mejorar los hábitos alimentarios.
  • Recargar energías del propio cuerpo.
  • Reducir el malestar psicológico (ansiedad, depresión, hostilidad, somatización).
  • Desarrollar una actitud de responsabilidad en el cuidado de la propia salud.
  • Ver el dolor de otra manera.
  • Disminuir las visitas médicas no programadas.
  • Disminuir el abuso de medicación.
  • Ayudar a marcarse metas más realistas.
  • No sumar más sufrimiento añadiéndole rabia u otras emociones al malestar.
  • Aceptar la realidad tal y como es.
  • Centrar la atención en otras cosas que también están sucediendo al mismo tiempo.
  • Fortalecerse ante la adversidad.
De manera adicional a lo antes mencionado, hay que agregar que la práctica de la atención plena nos facilita actuar con efectividad frente a emociones difíciles, tales como la ansiedad o la depresión, nos sitúa de otra forma ante las relaciones y nos ayuda a asumir tanto la vida como la muerte, comprendiendo ambas como algo natural, las dos aras de la moneda del ciclo de la vida.
Es importante destacar que podemos vivir en paz con el cambio y con la imposibilidad de ganar siempre, aceptamos la realidad tal y como es, logramos soltar la necesidad compulsiva del control y experimentamos la riqueza de los momentos cotidianos como nuevos e interesantes.
Además, hacemos nuestra la libertad para responder en vez de reaccionar automáticamente, para actuar de forma más sabia y centrada, con una panorámica general de los acontecimientos.
Cuando llega el momento de afrontar las situaciones complicadas o cuando afrontamos encuentros con personas difíciles, nos entrena para parar, detenernos y observar, de esta manera nos damos cuenta de cuál es el estado de nuestra mente en ese momento, cuál es el estado de nuestro cuerpo o cómo está nuestra respiración, en vez de dejarnos arrastrar por hábitos o impulsos automáticos que una vez que se desencadenan no sabemos adónde nos puedan llevar.
A continuación comento que si deseas practicar la atención de forma que realmente logre transformar tu vida, es conveniente observar algunos obstáculos que pueden presentarse:
  1. La prisa y la impaciencia.
  2. Sentir que la felicidad depende de las ganancias a obtener.
  3. Comparar el presente con el pasado.
  4. Tener temas vitales inconclusos.
  5. Dejar que el aburrimiento se apodere de tu cotidianidad.
  6. Negar o alejarte de las experiencias dolorosas.
  7. Preocuparte excesivamente de lo que pueda acontecer en el futuro.
  8. Vivir desde un automatismo instaurado que no quieres desinstalar.
Date cuenta de que si haces conscientes los obstáculos que te impiden vivir con atención, podrán sustituirlos por actitudes más sanas y adecuadas que potencien tu transformación y con ella, te ayuden a ser más feliz, que es de lo que se trata.
Por hoy aquí termino mi comentario. Ya continuaré.
Emilio Garza

miércoles, 7 de agosto de 2013

Hablemos de algunos efectos de la práctica del Mindfulness...

 
Algunos de los efectos de la práctica del mindfulness se dan como resultado a las nuevas claves que encontramos para comprendernos a nosotros mismos, a los demás y a la vida misma, junto con las estrategias que ésta nos demanda.
 
Observemos.
 
Desidentificación: con la práctica vamos desarrollando progresivamente la habilidad para observar los pensamientos, emociones y sensaciones como eventos que aparecen en el campo de la conciencia, en la mente, pero que indiscutiblemente, no son "yo". Aprendemos a descubrir y diferenciar la relación entre pensador y pensamiento, así como a observar y explorar cualquier cosa que aparezca en nuestra mente como observador externo, de la misma manera que el meteorólogo nos explica cómo se comporta el clima en diferentes lugares sin que a él le afecte en ese momento. Démonos cuenta que cuando somos capaces de observar nuestro propio pensamiento y clima emocional interno de este modo, experimentamos una gran liberación.
Atención focalizada: en la práctica se desarrolla la habilidad de centrar y mantener la atención en un objeto elegido, como la respiración, el estado mental, o las sensaciones corporales.
Regulación emocional: al centrar la atención en las emociones perturbadores que evitábamos mediante distracciones o huyendo de ellas, pierden su poder sobre nosotros y podemos convivir con ellas de otra manera.
Cambios en cómo nos vemos a nosotros mismos: estos aparecen inevitablemente mediante este tipo de práctica, pues progresivamente vamos descubriendo dónde se asienta nuestra identidad y al desidentificarnos con todo aquello que "no somos cada uno -no soy yo-" vamos accediendo a un nivel más profundo de autoconocimiento.
Disminución de preocupaciones y pensamientos negativos hacia uno mismo: el pensamiento rumiativo, circular y recurrente, sin importar la carga emocional que traiga, se va diluyendo y eliminando a medida que se va profundizando en la práctica.
 
Revisemos ahora algunos beneficios que contribuyen a una mejora general de nuestra calidad de vida:
 
  • Reducir distracciones o aumentar la concentración.
  • Reducir automatismos.
  • Minimizar los efectos negativos de la ansiedad.
  • Aceptar la realidad tal y como es.
  • Disfrutar del momento presente.
  • Potenciar nuestra autoconciencia.
  • Reducir el sufrimiento.
  • Evitar o reducir la impulsividad.
Por hoy termino mi entrega!  Feliz y productivo día.
 
 

lunes, 5 de agosto de 2013

Lo que NO es Mindfulness...


Para entender mejor el concepto de Atención Plena o Mindfulness, vale la pena hacer mención de algunas ideas acerca de lo que No es esta práctica, de esta forma podemos prevenir conceptualizaciones erróneas acerca de ello.

Dadas las similitudes con la disciplina de la meditación, como práctica formal, 
comencemos por mencionar que:

  • No es dejar la mente en blanco. Se trata de enfocar nuestra atención a lo que está haciendo la mente en cada momento. En vez de eliminar los pensamientos que nos asaltan, se trata de ser conscientes de ellos para llegar a comprender que son solamente "eso", "pensamientos" y no la realidad externa.
  • No es una técnica de relajación, aunque se apoya en la relajación y la calma. La atención plena persigue la conciencia expandida, busca ampliar el nivel de tu conciencia habitual, para que accedas a la profundidad de la sabiduría interna y así "respondas" con libertad, en vez de "reaccionar" automáticamente ante los acontecimientos.
  • No es pensamiento positivo, de hecho, aunque incluye atender tus pensamientos no es un pensamiento. En la práctica los pensamientos se convierten en objeto de tu atención como cualquier otra cosa que aparece en el campo de tu conciencia.
  • No es renunciar a las emociones, aún cuando sean difíciles, pues no se trata de eludirlas o de que se vayan, sino reparar en ellas con toda presteza en vez de lo que acostumbramos hacer de forma automática o instintiva, reforzando aspectos compensatorios o distraernos.
  • No es entrar en trance, pues no se trata de abandonar o alterar la experiencia de este momento, sino hacerte uno con ella.
  • No es apartarte de la vida, pues te pone en sintonía con los demás ayudándote a sentirte más interrelacionado. Te haces más consciente, más cercano, más servicial, más compasivo y más comprometido con todo y todos los que te rodean.
  • No es buscar la beatitud o un estado placentero de paz, pues de vez en cuando surgen estados agradables, pero éstos van y vienen como los demás. 
  • No es rehuir del dolor, sino aumentar la capacidad de soportarlo, es decir, estar con él hasta notar que el sufrimiento viene de la resistencia al dolor, no del dolor en sí mismo.
  • No se trata de una nueva religión, ya que no se pelea con ninguna creencia.
  • No es solo para monjes o monjas de cualquier connotación religiosa. No existe razón por la cual ser o hacer algo especial. Se trata de recordar la conciencia natural y la capacidad de estar presente que posee todo ser humano, reconectarse con ella y vivir desde su amplitud.
Te recomiendo leer varias veces los puntos anteriores y encontrarás elementos muy enriquecedores.

Por hoy aquí termino mi escrito. Seguiremos después.

domingo, 4 de agosto de 2013

Seguimos caminando hacia el Mindfulness...


Continuamos en el camino y veamos que la práctica del Mindfulness o Atención Plena, tiene dos características que la distinguen: la primera consiste en "vivir en el momento presente" y la segunda está relacionada con "estar abierto a las diversas experiencias que se presenten con aceptación".
¿Qué entender por aceptación? Simplemente, es estar abiertos al placer y al dolor, al ganar y al perder, es tanto como decir "SI" a los aspectos de nuestra personalidad que no nos gustan, que incluso mantenemos escondidos y enterrados, haciéndonos la ilusión de que están aparentemente olvidados.
 
Un precepto importante del Mindfulness, tiene que ver con ciertas actitudes de fondo que el practicante de esta disciplina ha de observar:
1. Evitar juzgar: comenzando por uno mismo es que se aprende a dejar de juzgar a los demás. Ah! pero es importante también evitar juzgar la experiencia que se presenta. (Ni buena ni mala, ni correcta ni incorrecta, ni justa ni injusta, simplemente es).
2. Paciencia: para tener una apertura completa al momento presente se requiere paciencia, es decir, aceptar que cada evento ocurra a su propio ritmo.
3. Mente de principiante: esto significa darse la oportunidad de experimentar cada momento y experiencia como si fuera la primera vez, pues es claro que en la mente del principiante existen muchas posibilidades, mientras que en la del experto cada vez son menos.
4. Confianza: se requiere aprender a confiar en uno mismo, sin cargar con lo que con anterioridad se ha vivido. Recordemos que cada experiencia es nueva si observamos que todo cambia en la Naturaleza a cada instante.
5. Evitar empeñarse en el esfuerzo: esto es dejar de ofuscarse en el hacer y dar más importancia al ser. Dejar de realizar un esfuerzo desmedido que solo conduce a la tensión. Esto es lo mismo que practicar la "distensión". Algo que está sumamente relacionado con la distención es dejar de esperar algo o desear, sino "ser uno" con lo que acontece, con lo que está sucediendo.
6. Aceptación: al dejar de juzgar lo que observamos, pensamientos, sensaciones, sentimientos y experiencias, inminentemente aprendemos a aceptarlos. Esta práctica es necesaria para aprender a admitir el pasado.
7. Soltar: esto es evitar aferrarse a experiencias o personas del pasado, saber perdonar para poder soltarlo.
 
Para terminar esta entrega, vale la pena mencionar que la mente del principiante y el soltar, ayudan especialmente a situarse en el presente y nos ubican en una corriente tolerante y flexible hacia la vida, sin exigencia y sin apresuramiento.
La confianza y la aceptación nos afianzan en el presente en medio de los "ir y venir" que tiene la vida.
 
Por hoy termino y ojalá sea de su interés el tema.

sábado, 3 de agosto de 2013

Seguimos caminando en la brecha del mindfulness...


El Dr. Jon Kabat-Zinn  comparte la siguiente reflexión: Si el Ser Humano desea vivir plenamente en todos los ámbitos de su existencia, necesita de una transformación que le permita mantener una alerta consciente en cada momento de su vida.
Para nosotros, habitualmente, la vida es todo aquello que nos perdemos mientras estamos haciendo planes para el futuro. Se puede recuperar un estado natural de felicidad apreciando cada instante como el primero, el único y eventualmente, el último.
Esta muy antigua y sabia estrategia es la práctica de la atención plena, que nos permite observarnos interiormente y reflexionar sobre los aspectos que no asumimos con atención y que nos conducen a un estado de estrés e insatisfacción.
La práctica de la atención plena "mindfulness" supone sencillamente prestar atención a lo que sucede sin necesidad de hacer nada y paradójicamente al mismo tiempo ese estado es sumamente activo.
Démonos cuenta que esto solamente es pasar del modo "hacer" donde cotidianamente nos movemos al modo "ser", que es el que nos conecta con aspectos tan profundos de nosotros mismos que nos devuelven a un estado de calma interior. En otras palabras, del piloto automático a la vida consciente.

La práctica de la atención es ser consciente momento a momento, la forma de cultivarlo es prestando atención a aquello a lo que comunmente le negamos un 
rato de reflexión. 
El cambio y la transformación se producen cuando cultivamos un estado de atención sostenida, cuando aprendemos a permitir que la atención y la conciencia incluyan condiciones molestas y perturbadoras en vez de evitarlas.

Atención en esto:
todo ocurre en el momento presente. Aceptemos que cualquier contenido mental, tal como percepciones, pensamientos y emociones, fluyen en el momento presente. Viviéndolo desde un estado de atención intencionada, calmada y despierta, sostenida y sin juicio, desencadena un proceso de transformación interior que desarrolla la comprensión y la sabiduría. 
Cuando practicamos la atención plena desarrollamos una comprensión por demás clara de las lecciones de la experiencia, independientemente de cual sea, encontrando así la acción que sea necesaria.

Lo más paradójico es que esto sucede cuando dejas de intentar cambiar cualquier cosa. Simplemente basta con estar plenamente atento al momento presente tal y como es. El cambio y la transformación siguen a este contacto con lo que es y a esta conciencia.

Por hoy aquí termino. Seguiremos caminando esta brecha.

!

jueves, 1 de agosto de 2013

Caminemos en la atención plena


Podemos comenzar por cuestionarnos... ¿qué podemos entender por atención plena?

Coloquialmente podemos decir que es una forma determinada de prestar atención.
 
Atención plena es la traducción literal del vocablo inglés Mindfulness y esto puede entenderse de varias formas que a continuación mencionaré.
 
1. Puede ser cualquier tipo de práctica voluntaria en la que otorguemos nuestra atención para darnos cuenta de "lo qué está ocurriendo justo cuando está ocurriendo". La búsqueda en éste punto es practicar la atención con la intención total mientras llevamos a cabo nuestras actividades comunes tales como comer, asearnos, conducir el auto, etc.
 
2. A diferencia de lo anterior podríamos referirnos al concepto de "meditación", esto es una actividad realizada en un lugar y tiempo establecidos donde nos detenemos para prestar atención a lo que ocurre interiormente en nosotros tanto como exteriormente. Vale la pena mencionar que a éste proceso se le denomina "práctica formal" de mindfulness.
 
3. Este punto tiene que ver con el nivel de conciencia donde vivir, sustituyendo al programa de inconsciencia y "piloto automático" que tan fácil y frecuentemente usamos en nuestra vida.
 
 Es conveniente decir que la meditación nunca ha sido practicada en forma independiente, pues siempre ha sido parte de un sistema mayor de entrenamiento mental.
 
Así pues la meditación es una parte de tres aspectos fundamentales:
  1. Comprender cómo funciona la mente: descubrir sus dinámicas y cómo se comporta en la vida y cuando comienzas a practicar.
  2. La meditación propiamente dicha, su técnica desde la concentración hasta la atención abierta, mediante la atención al cuerpo, mente, relaciones y acción.
  3. Ya con cierta habilidad, venía la integración de la técnica y la observación de la mente en cualquier actividad de la vida cotidiana.
Podemos ir concretando, con que el mindfulness es una habilidad de la atención que nos permite centrar la mente en el presente, esto nos contacta con la realidad que vivimos así como con nuestro mundo interior.
Observemos que si nos centramos en el presente, tenemos mayor facilidad para evitar identificarnos con partes de nosotros mismos que nos alejan de la totalidad y belleza de nuestro ser.
 
Ojo con esto: cuando ponemos toda nuestra atención a lo que sucede "aquí y ahora" con mayor facilidad comprenderemos que NO somos ni nuestras sensaciones ni nuestras emociones, ni nuestros pensamientos.
 
Surge una pregunta... ¿qué sustento académico tiene el mindfulness?
Esto puede responder...
 
El director de la Clínica para la Reducción del Estrés y del Centro para la Atención Plena (Mindfulness) en la medicina el Cuidado de la Salud y la Sociedad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, cuyo nombre es Jon Kabat-Zinn, se constituye como uno de los principales investigadores desde 1979, enfocándose a las interacciones mente-cuerpo relacionadas con la salud y lo más importante, enfocándose a las aplicaciones clínicas del entrenamiento en meditación de atención plena (mindfulness meditation) cuyo enfoque son las personas con dolor crónico, fibromialgia y trastornos relacionados con el estrés.
Sus estudios han sido pioneros acerca de los efectos que tiene la meditación mindfulness en el cerebro, de la forma como éste procesa las emociones especialmente bajo condiciones de estrés y del efecto de estos procesamientos en la salud, sin descuidar la influencia en el sistema inmune.
 
El Dr. Kabat-Zin define Mindfulness (atención plena) como "la conciencia que aparece al prestar atención deliberadamente, en el momento presente y sin juzgar, a cómo se despliega la experiencia momento a momento.
 
Por hoy aquí termino, continuaré después.